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Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, continúan prófugos en México. Ambos son señalados por tráfico de fentanilo y otras drogas hacia Estados Unidos.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) de Estados Unidos anunció el 15 de agosto una recompensa de US$10 millones por información que permita capturar a Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Según la publicación en redes sociales, Iván Archivaldo y sus hermanos asumieron como cabecillas de la facción de Los Chapitos, del cartel de Sinaloa, una de las principales estructuras del narcotráfico en México.
Las autoridades estadounidenses lo incluyen en la lista de los más buscados y lo consideran armado y extremadamente peligroso, según informó El Financiero.
La Investigación de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) exhortó a proporcionar información sobre su paradero al número 520-335-7315.
Según el diario AS, la publicación de ICE generó reacciones en redes sociales por el tono del mensaje, como la frase: “A pesar de su mirada ardiente, este matón debe considerarse armado y peligroso”.
ICE incluyó la fotografía y descripción física de Guzmán Salazar, originario de Culiacán, Sinaloa.
Infobae detalla que su hermano Jesús Alfredo Guzmán Salazar también mantiene vigente una recompensa de US$10 millones. Es señalado por tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
En 2023, Ovidio Guzmán López fue arrestado y extraditado a Estados Unidos.
En julio del 2025, Ovidio se declaró culpable ante un tribunal de Chicago y coopera con autoridades estadounidenses como parte de un acuerdo.
Guzmán López es acusado de cuatro cargos, entre ellos, tráfico de drogas y crimen organizado.
Su hermano Joaquín, capturado en Chicago, también intenta llegar a un acuerdo con el gobierno estadounidense.
Iván y Alfredo Guzmán Salazar continúan prófugos en México. El gobierno de Estados Unidos responsabiliza directamente a Los Chapitos de la crisis del fentanilo.
Las autoridades señalan que el opioide sintético ha causado la muerte de miles de personas de entre 18 y 49 años, según AS, y lo consideran una de las principales amenazas para la salud pública.

