“Ingresan para morir”: el coronavirus muestra las fallas del sistema de salud cubano

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Con la llegada de la variante delta, el sistema de salud de la isla está saturado y se han reportado un aumento de casos y fallecidos.

Después de la contingencia del coronavirus en 2020, Cuba ha sido devastada por la variante delta, que es altamente contagiosa y ha aumentado las tasas de casos e inundado el sistema de salud con pacientes.

Durante mucho tiempo, el sistema de salud de Cuba ha sido un motivo de orgullo nacional pero ahora se encuentra en una situación angustiosa, especialmente en las provincias más lejanas.

Después de la contingencia del coronavirus durante el año pasado, Cuba ha sido devastada este verano por la variante delta, que es altamente contagiosa y ha aumentado las tasas de casos e inundado el sistema de salud con pacientes.

El lunes se reportaron más de 9 mil 700 casos nuevos, más de seis veces la cantidad de casos nuevos que se registró hace dos meses, según cifras del Ministerio de Salud Pública.
Los suministros de oxígeno para los pacientes con covid-19 se están agotando y la fábrica que produce los tanques del país está cerrada actualmente.

Las morgues y los crematorios han sido desbordados. Según un funcionario gubernamental, la ciudad de Guantánamo está lidiando con una explosión de fallecimientos que durante algunas jornadas ha llegado a superar la cifra habitual unas ocho veces. Los cubanos están publicando videos desgarradores de familiares muertos, diciendo que sus seres queridos murieron por falta de atención médica.

Este fin de semana, después de que el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, dijo que los cubanos se quejaban más de los médicos y su mal servicio que de la escasez, casi dos docenas de médicos jóvenes y estudiantes de medicina acudieron a las redes sociales para decir: “Denuncio mediante este medio que el colapso sanitario en Cuba no ha sido responsabilidad de los médicos”.

Se trata de una reacción atrevida en Cuba, donde cualquier muestra pública de descontento puede provocar la pérdida del empleo o incluso la cárcel. El martes, el gobierno publicó una nueva ley de ciberterrorismo, que ilegaliza el uso de las telecomunicaciones para divulgar material “ofensivo” que perturba el orden público o daña el “prestigio” del país.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, reconoció recientemente que la pandemia “ha sobrepasado las capacidades” del sistema de salud cubano, pero culpó al embargo comercial de Estados Unidos por la escasez que sufre el país.

Debido a la creciente escasez de medicamentos y otros suministros importantes, los hospitales se van quedando sin los médicos, los medicamentos y el oxígeno necesarios para tratar el rápido aumento del número de pacientes.

Un gran número de médicos cubanos trabajan en el extranjero, pero recientemente muchos han dejado de trabajar en el país porque están infectados con coronavirus o tienen condiciones de salud crónicas que los hacen vulnerables, dijo Alexander Pupo, un médico de 31 años en Holguín que perdió su residencia en neurocirugía el año pasado después de criticar al gobierno.

“Los pacientes se ingresan por puro protocolo, porque realmente no existe una disponibilidad de medicamentos para poder tratarlos dentro de los hospitales”, dijo Pupo, quien se ofreció como voluntario para ayudar a combatir el covid-19. “O sea, se ingresan para morir, prácticamente”.

Y cuando eso suceda, dijo, pueden pasar hasta tres días para que alguien venga a recoger el cuerpo.

Si bien la pandemia ha puesto a prueba los sistemas médicos de todo el mundo, la calamidad en la atención sanitaria en Cuba es particularmente significativa, porque el gobierno ha mantenido durante décadas su sistema de atención médica gratuita como un logro destacado de la revolución socialista. Pero la creciente crisis evidencia un sistema con fallas que, aunque suele producir avances médicos, también se denuncia como mal equipado y con fondos insuficientes.

Durante mucho tiempo, Cuba ha ganado miles de millones en monedas extranjeras muy necesarias al enviar cerca de 30 mil médicos a países de todo el mundo. Pero esa práctica se está volviendo más difícil a medida que más cubanos mueren de coronavirus. Varios cientos de médicos que sirven en misiones en el extranjero regresaron este mes para trabajar durante sus vacaciones.

Los problemas del sistema de salud se producen mientras Cuba también lidia con una grave crisis económica y un levantamiento social sucedido el mes pasado que llevó a miles de personas a las calles, lo que provocó una intensa represión del gobierno que encarceló a cientos de personas.

El lunes, Díaz-Canel instó a los médicos para que administraran cuidadosamente el oxígeno porque no había suficiente para todos.

“Tenemos de 16 a 20 pacientes que necesitan ventilación y ayer solo nos quedaban cuatro cilindros de oxígeno, pero eso no es suficiente”, dijo Manuel A. Guerra Guerrero, médico de Buenaventura, en el este de Cuba. “La mayoría de nosotros, todos, estamos cansados ​​de ver morir a la gente, a personas que podrían salvarse”.

Guerra dijo que los hospitales se han quedado sin pruebas de covid-19, y que generalmente recurre a Facebook para pedir antibióticos a sus amigos. Su hospital se ha quedado sin vendajes.

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