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La acción que ha acaparado todos los reflectores en el duelo del Real Madrid fue la dura entrada de Carlos Romero sobre Kylian Mbappé, una falta que muchos consideran una agresión clara.
El partido entre el Real Madrid y el Espanyol dejó más que un simple resultado. La acción que ha acaparado todos los reflectores fue la dura entrada de Carlos Romero sobre Kylian Mbappé, una falta que muchos consideran una agresión clara y que, pese a la intervención del VAR, no fue sancionada con tarjeta roja.
El futbolista francés recibió una barrida por detrás que lo dejó tendido en el suelo y generó un momento de tensión en el campo. La acción, que se dio cuando el delantero merengue iba a toda velocidad, pudo haberle causado una grave lesión, algo que desató la indignación tanto en el banquillo del Real Madrid como en los aficionados.
Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, no ocultó su molestia tras el encuentro y cuestionó abiertamente la decisión arbitral. El técnico blanco no se guardó nada y fue claro al señalar que este tipo de acciones ponen en riesgo la integridad de los jugadores.
Romero admite la brutalidad de la falta
Quien también se pronunció sobre la jugada fue el propio Carlos Romero, autor de la falta y también del gol que le dio la victoria al Espanyol. El defensor reconoció que la entrada fue desmedida y que Mbappé era prácticamente imparable en velocidad. A pesar de su admisión, el debate sigue abierto, ya que la jugada sigue siendo analizada en programas deportivos y en redes sociales.
Mbappé, quien habitualmente se pronuncia después de los encuentros, esta vez optó por no hablar con la prensa en la zona mixta. Cuando se le preguntó sobre la jugada y si creía que era merecedora de tarjeta roja, el delantero del Real Madrid hizo un gesto con la mano indicando que prefería guardar silencio, una reacción que fue interpretada como una clara muestra de su inconformidad con la decisión arbitral.
La falta sobre Mbappé ha vuelto a encender el debate sobre el uso del VAR y la falta de criterio uniforme en LaLiga. Para muchos, este tipo de jugadas evidencian que aún existen inconsistencias en la aplicación del reglamento y que los jugadores ofensivos no están recibiendo la protección que merecen.
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