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El árbitro guatemalteco habló sobre las emociones que lo embargan por recibir la noticia que estará en la Copa del Mundo y la historia desde el día que se fijo la meta de llegar a lograr lo que su padre estuvo cercar de hacerlo y hoy poder gratificarlo que llevar la historia del apellido Escobar en el arbitraje y a toda Guatemala, al torneo más importante del futbol.
Hace 22 años, Mario Alberto Escobar Toca empezaba su carrera como árbitro profesional, siguiendo los pasos de su padre, Mario Efraín, y su tío Juan Pablo. Soñaba con llegar lo más lejos en el referato.
En sus inicios tenía como referente activo y como ejemplo para ir creciendo el árbitro Carlos Batres, a quien en ese momento le habían anunciado que participaría en el Mundial de Sudáfrica 2010. Al enterarse, Mario se vio obligado a escribir con su puño y letra que algún día tendría la dicha de estar en el torneo más importante del futbol.
“A mí no se me va a olvidar cuando recorté una foto con la noticia donde Carlos Batres estaba en la lista para el Mundial de Sudáfrica 2010. Recién debutaba en Liga Nacional y escribo en esa página “aquí quiero llegar”, y hoy se está cumpliendo. Aún guardo con mucha nostalgia ese recorte, porque sé que los sueños, si se trabaja día a día, se cumplen”, dijo Escobar.
CON MUCHA ALEGRÍA
Hoy, después de mucho trabajo y sacrificio, y en la cúspide de su carrera, Mario está cumpliendo el sueño que se propuso.
“Recién me despertaba para ir a mi entreno y me entero del nombramiento. Lo tomé con mucha alegría porque son buenas noticias que animan sobremanera, porque es un trabajo de años, de tanto esfuerzo, de momentos complicados. Se vienen meses duros en la preparación, pero esto me da a entender que todo ha valido la pena”, comentó.
El nombramiento mundialista era una asignatura pendiente, pues en 1998 su padre quedó cerca de lograrlo y eso despertó más el interés por trabajar fuerte para poderlo gratificar a él y a su familia.
“Yo era un niño en aquel 1998, cuando el Mundial se iba a jugar en Francia. Con mis hermanos vimos a mi papá entre lágrimas. Le preguntamos si había salido la lista. ‘No estoy’, fue su respuesta, y nosotros no entendíamos qué significaba eso. El que mi papá se quedara a unos pasos de ir a un mundial y hoy poderlo conseguir es algo que, como familia, nos llena de mucha alegría”, mencionó.
COMPROMETIDO
Escobar es consciente del compromiso y responsabilidad que llevará en sus hombros: poner en alto a Guatemala.
“Si bien el himno no sonará en el Mundial, llevaré a Guatemala muy dentro de mí, sabiendo que tengo un gran compromiso. Será muy emocionante poder estar ahí cuando se me dé la oportunidad. Créanme que daré mi mayor esfuerzo por representarlos de la mejor manera en el mundial”, prometió.
Escobar será el cuarto árbitro en la historia del futbol guatemalteco en llegar a una cita mundialista. Antes lo hicieron Rómulo Méndez Molina (q. e. p. d.), en España 1982 y México 1986; Carlos Batres, en Sudáfrica 2010; y Walter López, en Brasil 2014.
APOYA LA INCLUSIÓN
Para la Copa del Mundo Qatar 2022, la FIFA incluyó a seis árbitras, algo histórico y que Escobar ve de buena manera.
“Las mujeres se han ido abriendo campo por su propia capacidad. He tenido la oportunidad de compartir con cuatro de las seis que van. No es algo novedoso porque han estado en torneos muy importantes, pero hoy se abre esta puerta para un mundial mayor, y desde ya les deseo lo mejor. El que participen mujeres es una demostración de que son capaces de estar al nivel de una exigencia muy alta”, expresó Escobar, que en junio viajará a Paraguay para participar en el primer seminario antes del Mundial de Qatar.